Los alegres bebedores. Adriaen van Ostade

Adriaen van Ostade -
“Los alegres bebedores”. 1659
Óleo sobre tabla, 30 x 25 cm
Mauritshuis, La Haya

Las escenas de taberna eran uno de los motivos de moda en el arte holandés del siglo XVII. Adriaen van Ostade pintó varias, aunque no tantas como su compatriota y tocayo Adriaen Brouwer, que se especializó en este género.

Estos tres señores están borrachos como piojos, pero siguen dándole al alcohol y al tabaco, mientras amenizan a la clientela del local con un improvisado concierto, que ya nos podemos imaginar lo bien que suena. Se está haciendo de noche, pero todavía tienen carrete para rato. Lo primero que nos llama la atención de la obra es la camisa blanca del tipo más joven, con unos pliegues de quitar el hipo, y esa bragueta abierta por la que de un momento a otro se le escapará el pajarito. Los rostros son increíbles, humanos cien por cien, sin idealizar, gente que te podrías cruzar por la calle.

Aunque por lo general son obras muy divertidas, con personajes desinhibidos que a menudo nos sacan una sonrisa, el objetivo final de estos cuadros de tabernas era dar una lección moral al espectador: “si no quieres acabar en este estado, no te pases con las cañas”.