Las Bañistas. Gustave Coubert

El realismo, según Courbet, significa afrontar la realidad prescindiendo de todo prejuicio filosófico, teórico, poético, moral, religioso y político.
Su naturalismo combativo es patente en sus desnudos femeninos, donde evita las texturas nacaradas e irreales tomadas de la escultura neoclásica. Plasma formas más carnales e incluso el vello corporal que habitualmente se omitía en los desnudos académicos lo expone con toda naturalidad en el lienzo.
El cuerpo femenino es considerado mas natural, por ser menos conocido, por la menstruación, por ser misterioso. Courbet  representa un desnudo parcial en medio de la naturaleza para enfatizando su simbología erótica. Pero no lo muestra de frente, deja a la libre imaginación del espectador la expresión y emoción porque considera que así sea un desnudo hay cosas más importantes que el mero erotismo.
Courbet considera al desnudo como  la tradición transgredida. El desnudo femenino es uno de los mayores desafíos para Courbet, quien pinta sus primeros desnudos en los años 1840.
La otra dama vestida con los atuendos  de la época podría estar o no en el cuadro y aun así no le quitaría realismo al desnudo rodeado del verdor del paisaje.
Sus  gruesos trazos de pintura muy empastada que a menudo aplicaba con espátula, sus  composiciones sencillas y sus figuras de modelado sólido y severo lo caracterizaban por su técnica personal con una paleta limitada.