Esta obra expresionista refleja como todos los individuos vivimos con máscaras alienados, no se conoce la verdadera esencia de nadie, se desconoce quién se es. De esta manera James Ensor critica la sociedad y a realidad al mostrarla como puesta en escena donde nadie es lo que parece y donde todos están destinados a asumir un rol.
Pero al final todos vamos hacia un mismo fin “la muerte”. Esto se ve evidenciado en que todos la rodean al esqueleto. Algunos de los personajes no tiene ojos sino cuencas vacías o los tienen cerrados lo que nos permite relacionar esta con “los ciegos” de Maurice Maeterlinck, donde los individuos son seres estriados que buscan la comodidad pero están rodeados por la muerte que busca alcanzarlos.
Como en los ciegos, los individuos de la pintura son seres estriados que se alinean a la sociedad utilizando máscaras, escondiendo su esencia para sobrevivir. Seguramente el autor deseaba reflejar como nos adaptamos a los parámetros de la sociedad, estandarizándonos para formar parte de ella pero perdiendo nuestra esencia en el camino
La cita de la letra escarlata de Nathaniel Hawthorne refleja lo anterior: “Ningún hombre, por un período considerable de tiempo, puede usar una cara para consigo mismo y otra para la multitud, sin finalmente confundirse respecto a cuál es la verdadera”
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