Juramento de los Horacios
Autor:Jacques Louis David
Fecha:1784
Museo:Museo Nacional del Louvre
Medidas:330 × 425 cm
Técnica:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neoclasicismo Francés
El término neoclasicismo surgió en el siglo XVIII para denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de la Ilustración que desde mediados del siglo XVIII, se venía produciendo en la filosofía y que consecuentemente se había transmitido a todos los ámbitos de la cultura.
El Juramento de los Horacios, es una muestra de cómo se puede realizar una copia exacta de las vestiduras antiguas y con una iconografía sencilla. El propio David comentó de su obra:
Si debo el tema a Corneille, debo el cuadro a Poussin.
El tema de la obra es el cumplimiento del deber por encima de cualquier sentimiento personal. Representa a los Horacios romanos quienes, según el Horacio de Pierre Corneille y Tito Livio en Ab Urbe condita libri eran unos trillizos masculinos destinados a la guerra contra los Curiacios, también trillizos masculinos, para resolver la disputa entre los romanos y la ciudad de Alba Longa. Esta pintura ocupa un lugar extremadamente importante en el cuerpo de la obra de David y en la historia de la pintura francesa. La historia se toma de Livio. Estamos en la época de guerras entre Roma y Alba, en 669 a. C. Se ha decidido que la disputa entre las dos ciudades debe resolverse mediante una forma de combate inusual por dos grupos de tres campeones cada uno. Los dos grupos son los tres hermanos Horacio y los tres Curiacios. El drama radica en el hecho de que una de las hermanas de los Curiacios, Sabina, está casada con uno de los Horacios, mientras que una de las hermanas de los Horacios, Camila, está prometida a uno de los Curiacios. A pesar de los lazos entre las dos familias, el padre Horacio exhorta a sus hijos a luchar contra los Curiacios, y ellos obedecen, a pesar de los lamentos de las mujeres.
El Juramento de los Horacios (en francés Le Serment des Horaces) es una obra de Jacques-Louis David realizada en 1784, antes de la Revolución Francesa, considerada posteriormente como el manifiesto del neoclasicismo pictórico, describe el juramento que los tres hermanos Horacios hacen delante de su padre para luchar por Roma frente a los tres hermanos Curiaceos; una obra moralizante inspirada en la historia de la antigua Roma y en la obra teatral de Corneille “Los Horacios”, donde enaltece el amor por la patria y el sacrificio individual. También formalmente deriva del mundo romano; en la composición se presenta con claridad los dos grupos distintos: el de los Horacios dispuestos en paralelo según la técnica del relieve romano, el del padre que da las armas, y el grupo de mujeres cuya desolación contrasta con la actitud arrogante de los protagonistas. Todo tiene un carácter teatral, con la arquitectura del fondo en arcos de medio punto y columnas dóricas marcando la perspectiva. El elemento cromático está subordinado al dibujo y al modelado escultórico de las formas. Se trató del primer encargo oficial de David por parte del primer ministro de Bellas Artes consiguiendo el máximo reconocimiento por ella en el Salón francés.
El grupo de las mujeres de la derecha es piramidal y se compensa por el dinamismo del grupo masculino a la izquierda que representa el dinamismo. Serenidad clásica y potencia de espíritu se unen. El efecto final es el de un equilibrio que se rompe con la energía de las manos, energía moral, sentimental y anímica. En las manos confluye la triple línea que caracteriza la pintura de David, el Neoclasicimo, Romanticismo y Realismo.
Los tres arcos establecen la estructura de tríptico, en cada hueco de penumbra se estructuran los grupos. Si en primer término predomina el dolor, la incertidumbre tiene lugar en la penumbra del fondo.
Padre Horacio
Es el personaje central y el que realiza la acción principal, tomando juramento a sus hijos, mientras sostiene las tres espadas con sus manos, obligándolos al cumplimiento del deber con la patria. No muestra ninguna emoción.
Tres hermanos Horacios
En la pintura los tres hermanos se sitúan a la izquierda, expresan su lealtad y solidaridad con Roma antes de la batalla, totalmente apoyados por su padre. Son hombres deseosos de entregar sus vidas por deber patriótico. En esta sociedad patriarcal, los hombres de acero, de resuelta mirada y miembros tensos, son la ciudadela del patriotismo republicano. Eran símbolos de las más altas virtudes de la República; las mujeres, de más tierno corazón, se quedan en casa llorando y están satisfechas con esperar.
Camila Horacio
Su desesperación está explicada en parte por el hecho de que es hermana de los Horacios, viste una toga blanca que demuestra los conocimientos arqueológicos de David; es una Horacio prometida con un Curiacio.
Sabina Curiacio
Sabina, vestida de marrón, es una Curiacio que está casada con uno de los Horacios, por lo que llora por su esposo y su hermano.
Hijos de Sabina y aya
La mujer vestida de negro al fondo sostiene dos niños de uno de los esposos Horacio y la esposa Curiacio. La hija menor oculta su rostro en el vestido de su aya mientras que el hijo rechaza que le tapen los ojos.
La pincelada es lisa, imposible de apreciar su huella, el resultado es el de una superficie pulida. Grandes calidades textiles en los atavíos y sensación sanguínea en los cuerpos. David capta por igual la calidez en el compromiso humano que la frialdad en el metal de las espadas.